Educación de calidad

Por Economista Juan Paredes MSc

Director del Área de Matemáticas

3 de Junio de 2021

Educar es un proceso de personalización y humanización, es decir, formar estudiantes con un elevado nivel académico, sensibles, profundamente humanos y justos. Esto implica que el maestro debe facilitar el aprendizaje, pero sobre todo potenciar el desarrollo de la autoestima de los niños y jóvenes; para ello es importante crear un ambiente agradable, motivador y entusiasta dentro del aula. Es enseñar desde la lógica de los alumnos, desde sus intereses y gustos, con respeto, consideración, calidez y afectividad. Es apuntar a que la verdadera educación, la que deja huella como dice Howard Hendricks, no es la que se hace de cerebro a cerebro sino de corazón a corazón.

Educar es enseñarles a los estudiantes a descubrir su propio talento, sus fortalezas, su creatividad e ingenio, no solo para resolver problemas académicos sino sobre todo problemas de la vida; es decirles que ellos tienen la mejor empresa del mundo, su vida, que la deben cuidar y cultivar con conocimiento y sabiduría, pensando con acierto y con convicción. Que en el camino de su preparación eficaz deben confiar en su propio esfuerzo, en su propio sacrificio, haciendo de la responsabilidad intelectual la principal de sus responsabilidades, inculcándoles siempre a vivir con principios y valores, estirando la mano para ayudar a los demás, que solo cuando aporten significativamente con sus capacidades lograrán trascender.

Educar es verle a la vida como un constante aprendizaje, donde la preparación, el diálogo, el consenso, el trabajo en equipo, y el compromiso, son la clave para construir conocimiento y empoderar a los estudiantes para que elaboren su propio plan de vida. Es enfocarles a que descubran su misión y visión, y las hagan realidad, a través de su crecimiento personal y profesional, elevando su nivel de vida y el de sus familias, encendiendo siempre antorchas de esperanza, buscando alcanzar el éxito como sinónimo de bienestar común.

Educar es recordarles a nuestros chicos que cada día tienen la oportunidad de empezar otra vez, que no deben dejar pasar sus vidas sin hacer lo que les gusta, sin tener un sueño y perseverar en alcanzarlo, sin agradecer a quien empaca su paracaídas todos los días, sin ganarse el respeto de los demás, sin dejar de mirar siempre a las estrellas pisando firme sobre la tierra, convirtiéndose siempre en luz de quienes les rodean, nunca en obstáculos ni barreras. Infundamos constantemente un pensamiento crítico y proactivo, que continuamente esté en sus mentes el superar dificultades, el sobreponerse de los fracasos, el salir bien librado de los factores negativos, concentrándose en las oportunidades y confiando en sus capacidades e inteligencia emocional.